El viaje está en los planes del presidente desde el comienzo de su gestión y fue conversado personalmente con Zelenski en la ceremonia de asunción del 10 de diciembre. Una de las posibilidades de hacerlo fue en el marco de su gira por Davos, Israel e Italia pero finalmente no fue un incluido en la agenda.
La posibilidad de una intervención directa del gobierno en la guerra un frente altamente riesgoso que a los diplomáticos le genera mucha preocupación. Además. sería como declararle la guerra a Rusia en un contexto de retroceso de los aliados de Ucrania.
Putin comienza su quinto mandato en Rusia y amenaza a Macron con iniciar la tercera guerra mundial
Se trata de un alineamiento que se contradice con la posición de Estados Unidos, principal sostén económico y armamentístico de Ucrania en la guerra que decidió empezar a retirar ese apoyo. Incluso Donald Trump no está de acuerdo con seguir financiando a Ucrania y envía guiños a Putin para ponerle fin a la guerra.
Lo mismo ocurre con Europa. Aliados como Meloni o Viktor Orbán han tomado distancia del conflicto y en un primer momento estuvieron más cerca de Putin que de Zelenski. Por su parte, Francia y Alemania mantienen fuertes tensiones internas respecto hasta donde hay que seguir contribuyendo a un conflicto que les ha generado múltiples inconveniente económicos y energéticos.
Una fuente diplomática explicó a LPO que "en caso de envío de tropas o militares, tiene que pasar por el Congreso. Es constitucional y hay una ley especial". En el caso de mandar armas no dice nada específico de pasar por el Congreso. Sería muy controvertido es apoyar a un país en guerra con recursos y nos deja muy cerca de declararnos beligerante contra Rusia con estas actitudes
Por otro lado, tendrá que lidiar con el Congreso. Una fuente diplomática explicó a LPO que "en caso de envío de tropas o militares, tiene que pasar por el Congreso. Es constitucional y hay una ley especial". "En el caso de mandar armas no dice nada específico de pasar por el Congreso. Sería muy controvertido es apoyar a un país en guerra con recursos y nos deja muy cerca de declararnos beligerante contra Rusia con estas actitudes", sostiene.
El caso recuerda a la decisión de Carlos Menem de involucrar a la Argentina en la Guerra del Golfo en setiembre de 1990 y por decreto. Se trató de dos fragatas misilísticas y 450 marinos que estuvieron lejos del foco de conflicto para apoyar el bloqueo naval impuesto al régimen de Saddam Hussein. Menem dijo que se trataba de una tarea "logística" y no "operativa". Las acciones comenzaron el 16 de enero de 1991 y concluyeron el 2 de marzo.