Ya fuera de la carrera electoral y encumbrado en una supuesta lucha contra su propio ego, el expresidente recordó esta semana un episodio en el que echó a una legisladora del bloque legislativo en 2005. En las redes sociales, Florencia Polimeni, a quien Macri aludió sin mencionar, salió al cruce y calificó las declaraciones como un «desdén irrespetuoso». 

Cruzó a Roberto Carlés, quien desde Twitter había dicho que el escritor canceló una presentación en la residencia diplomática argentina en Roma por el 24 de marzo porque no le permitieron alojarse allí durante nueve noches.
El radicalismo arregló la incorporación de un espacio liderado por un dirigente cercano al gobernador Gustavo Sáenz. Reproches cruzados y negociaciones para evitar la ruptura.
El referente de La Cámpora también salió al cruce de los dichos de la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, quien había dicho que el Presidente no le respondía a un ministro provincial.
Así lo dijo Gabriela Cerruti, del riñón presidencial, en respuesta a los cuestionamientos del dirigente kirchnerista contra Alberto Fernández.
"Sabemos que van a intentar difamarnos. Es el precio que debemos pagar para transformar la Argentina", enfatizaron en un comunicado tras las denuncias de ex integrantes del espacio.
Lo dijo Emmanuel Ferrario, vicepresidente de la Legislatura y precandidato a jefe de Gobierno. El Presidente había criticado la "opulencia" del distrito y sus ventajas en la coparticipación.
La ministra, que responde a Alberto Fernández, le pidió a su par de Interior que diga si "está adentro o afuera". La tildaron de "antiperonista".