Diego Recalde, el cineasta que filmó con dinero del INCAA una película donde al protagonista le falta el pene, hizo de maestro de ceremonias. "Si Santoro gana CABA, va a convertirla en Villa La Cava", dijo ante el desconcierto del público.
Pilar Ramírez, la karinista que preside el partido en la Ciudad, fue silbada cuando pidió bajar las banderas de Las Fuerzas del Cielo, la organización de Santiago Caputo y el Gordo Dan que le reclamó lugares a la hermana presidencial. Aclaró que pedía correrlas por "las cámaras", pero igual hubo silbidos.
Karina recibió una ovación y recordó la genésis del partido, anotada en unos papeles que miró a cada rato. Pidió un abrazo para Adorni, se corrigió y luego abrazó al candidato.
Karina recibió una ovación y recordó la genésis del partido, anotada en unos papeles que miró a cada rato. Pidió un abrazo para Adorni, se corrigió y luego abrazó al candidato. El vocero tampoco quiso improvisar y se llevó unas anotaciones que siguieron la línea libertaria habitual: kirchnerismo, casta, curros del Estado, inflación y piquetes.
Adorni fue el encargado de presentar a todo el gabinete y también a Milei. El presidente se hizo presente a pesar de los rumores de que no asistiría por la escasa concurrencia. El líder libertario se mezcló con el público y tardó tanto en subir al escenario que el musicalizador debió reiniciar dos veces Panic show de La Renga.
"Es una alegría volver ante a las almas libres que no se dejaron doblegar ante la mierda del partido del Estado", dijo Milei, que luego recordó que el liberalismo se basa "en el principio de no agresión" y celebró cuando los militantes corearon que los periodistas son unos hijos de puta. Saludó a Karina y a Santiago Caputo y cuando pronunció el nombre del estratega, el público coreó "Olé, Olé, Toto, Toto", confundidos con el ministro de Economía. "Este es Santi", aclaró.
Quien también estuvo en el acto, pero no se acercó al escenario, fue Nik. Tal vez temeroso por las corridas y los robos, el humorista libertario escuchó el discurso de Milei desde la manzana de enfrente.
Quien también estuvo en el acto, pero no se acercó al escenario, fue Nik. Tal vez temeroso por las corridas y los robos, el humorista libertario escuchó el discurso de Milei desde la manzana de enfrente, sobre la plaza Evita.