Como adelantó LPO, para Lula las gestualidades amistosas hacia el bolsonarismo son una línea roja que no están dispuestos a tolerar. "Es el límite del pragmatismo de Lula", explicó a este medio un asesor del presidente.
"Lula es pragmático pero el bolsonarismo es un tema que lo toma personal porque los acusa de impulsar su prisión y orquestar un golpe de Estado contra Dilma", afirmó la fuente consultada.
Lula es pragmático pero en lo que respecta al bolsonarismo es un tema que lo toma peronsal porque los acusa de impulsar y defender su prisión y orquestar un golpe de Estado contra Dilma.
Alberto muy decepcionado con Scioli, quedó en el medio de esta discusión y se encargó de filtrar la furia de Lula con Scioli y su intención de incidir para que el Senado no vote el pliego. Es que el ex presidente ahora tienen que soportar que el peronismo le facture que empujó la candidatura presidencial de Scioli y la llevó hasta el extremo que sólo la bajó luego de una intervención de los gobernadores y cuando consiguió que le aseguraran un lugar en la lista de diputados a Cefiero y Tolosa Paz. "Viste que ahora Scioli es embajador de Milei", lo chicaneó un gobernador.
El enojo de Alberto con Scioli también apunta a lo que ocurrió con Yanina Martínez, la ex albertista que ocupará la Secretaría de Turismo de Milei y habría sido negociada por el propio embajador en Brasil.
Aparentemente, la estrategia sciolista pasa por quedarse en Brasil "4 o 5 meses" para volver y desembarcar en Turismo una vez que "la espuma del nuevo gobierno baje". Con este cuadro, Alberto habría llamado a Lammens para disculparse y darle la razón frente a las advertencia que hizo sobre los intereses de la ahora ministra libertaria.
En este contexto de fricción, Scioli no estuvo ninguno de los días de la cumbre del Mercosur en Río de Janeiro. Hay quienes adjudican el faltazo a su énfasis en construir confianza con Milei y su nuevo gobierno y la certeza de la molestia con Lula, aunque también a la intención del embajador de esquivar un encuentro con Alberto.