El principal armador judicial de Mauricio Macri defendió su búsqueda de refugio en Uruguay para evitar rendir cuentas ante la Justicia y dijo que si Cristina Kirchner no hizo lo mismo «quizá sea porque no se sienta perseguida». Tras los señalamientos de la vicepresidenta, Rodríguez Simón dijo no conocer al fiscal Luciani, admitió su rol en la designación de Rosenkrantz y Rosatti en la Corte e intentó desligarse de las amenazas a la exprocuradora Gils Carbó. “Los 600 días de Pepín como prófugo son la contracara de la persecución política, judicial y mediática a CFK”, dijo el ministro de Justicia, Martín Soria, uno de los funcionarios y legisladores del Frente de Todos que salieron a responderle a Pepín.

Tras las críticas hacia el poder judicial realizadas este lunes, la vicepresidenta recordó hoy otra de las anomalías del máximo tribunal: se trata del nombramiento, vía decreto, de los cortesanos Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, con la firma del entonces presidente Macri y bajo la iniciativa de Pepín Rodríguez Simón, operador judicial del expresidente, que lleva 588 días prófugo en Uruguay.