La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, pretende transferirles a las familias de los alumnos que protestan «el costo correspondiente al pago de los sueldos a docentes y no docentes por cada día sin clases”. La decisión fue rechazada por docentes y organizaciones de derechos humanos, que reclamaron que se abra una instancia de diálogo y se respeten los derechos de los menores.