• Desde 1983 hasta este momento millones de pesos destinados en teoría para agentes encubiertos u operaciones secretas fueron desviados a sobresueldos o "la cadena de la felicidad" del organismo.
  • Es porque no se tienen que rendir cuentas de cómo se gastan. Y la comisión bicameral de Inteligencia del Congreso se usó como ariete político y no para controlar los gastos de los espías.
Apareció un empresario que reclama el famoso departamento de Recoleta porque dijo que se lo compró antes de morir. Más de diez sobrinos también hacen sus reclamos.