En una de las audiencias más emotivas del proceso por la muerte del joven mapuche, declararon su prima Johana Colhuan, su tía María Nahuel y Lautaro González Curruhuinca, quien junto con Fausto Jones Huala bajó el cuerpo moribundo del cerro luego de la irrupción armada de los prefectos, en noviembre de 2017. “Rafita no podía ver ni respirar, tenía sed y nos pedía que le tomemos la mano», relató su prima.