Manes, en su lanzamiento en la Casa Museo de Sarmiento.
De la ceremonia participaron los rectores de la Universidad de Mar del Plata, Alfredo Lazaretti, y de Rosario, Franco Bartolacci, los diputados nacionales Pablo Juliano, Danya Tavela y Esteban Paulón, el diputado provincial Pablo Domenichini, y los intendentes de Ameghino, Nahuel Mittelbacj, y de Lincoln, Salvador Serenal. También asistieron Lucas Delfino, concejal por el PRO de Hurlingham, y el legislador porteño Guillermo Suárez, entre otros.
Esa convocatoria ilustra la estimación de los armadores que rodean a Manes, quienes entienden que el espacio puede ser la plataforma de aterrizaje de intendentes radicales que ven con preocupación cómo se desinfla el partido. A esos dirigentes Milei les ofrece un salvataje si se pintan de violeta y abandonan la UCR pero no está claro que el Presidente les cumpla ni le encuentran sentido a arriesgar su capital político, construido en distritos del interior bonaerense con tradiciones más arraigadas que el frenesí libertario.
Yo ya hice la residencia en política durante estos años, ahora armo para mí.
El líder de Para Adelante también acredita buen diálogo con Florencio Randazzo, que expresa ciertas reticencias a subirse al armado por ahora, y Emilio Monzó, quien declara que trabaja full time para que "no abunden Marras de cuatro puntos" en la próxima elección bonaerense, en referencia al legislador porteño Ramiro Marra.
Manes cultiva, además, buena sintonía con los diputados cordobeses que integran el bloque de Miguel Pichetto, aunque esa relación está cruzada por la cautela de los legisladores de la provincia mediterránea hasta que Juan Carlos Schiaretti defina qué hacer. No obstante, fue evidente la cercanía entre el radical y Natalia De la Sota en los primeros meses del gobierno de La Libertad Avanza, cuando fueron de los pocos diputados ajenos al kirchnerismo que rechazaron la ley ómnibus y cosecharon la afinidad de un sector del peronismo.
De hecho, el diputado Juliano, presidente del bloque Democracia Para Siempre, fue tejiendo una suerte de lazo interpartidario con el lilito Juan Manuel López y la massista Sabrina Selva, en los cursos que dicta el jesuita Rodrigo Zarazaga.
Aunque algunos pasen el límite etario, Manes cree que puede construir una liga de dirigentes "sub40", que oxigenen la conversación política sin "lavar" el antagonismo político. Por eso, eligió como punto de lanzamiento la Casa Museo Domingo Faustino Sarmiento, como contrapunto a la idolatría libertaria de Juan Bautista Alberdi.