Lombardi buscó aprovechar esa guerra fría para subir a bordo de la contraofensiva de Mauricio Macri, que la semana pasada filtró que se quedaba con medio gabinete y aún no tiene ningún cargo confirmado de manera oficial.
En ese ímpetu por tomar posiciones a lo grueso, Lombardi se entusiasmó. Ya tenía apalabrado su desembarco en el sistema de medios públicos, el cargo que ocupó durante el macrismo, pero la ola de nombramientos extraoficiales lo llevó a pedir Cultura y Turismo.
La topadora de Lombardi, que ya se quedó con Cultura de Ciudad con Gabriela Ricardes, incluso logró frustrar una reunión de transición de Cifelli con Tristán Bauer.
Sin embargo, Cifelli siguió ventilando donde pudiera que va a ser él quien maneja la cultura libertaria. "Lomabrdi es un tiburón pero Leo tiene calle, calle Corrientes", dicen en el ámbito cultural. De hecho Cifelli consiguió la reunión de traspaso con Bauer. Y luego comenzó a poblar el gabinete: según adelantó Página , ya confirmó que Valeria Ambrosio estará a cargo del Centro Cultural Kirchner, Gonzalo Demaría dirigirá el Teatro Nacional Cervantes y
Liliana Barela será la próxima subsecretaria de Patrimonio. Si Cifelli logra resistir se trataría del primer triunfo da la primera dama sobre "El jefe", como define Milei a su hermana. Fátima también es amiga de Lu Palavecino, que fue candidata en el décimo puesto en la lista de diputados nacionales de Milei en la provincia de Buenos Aires. Como entraron nueve de esos diez diputados, si uno renuncia a la banca para ir al Ejecutivo, Palavecino será diputada.
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