El paso del Presidente por el Cabildo cordobés dejó tela para cortar en cuanto a la reconfiguración del Ejecutivo nacional. Pero también hubo lado b del acto que incluyó perritos, siesta cordobesa y hasta «corazoncitos» de Caputo.
El paso del Presidente por el Cabildo cordobés dejó tela para cortar en cuanto a la reconfiguración del Ejecutivo nacional. Pero también hubo lado b del acto que incluyó perritos, siesta cordobesa y hasta «corazoncitos» de Caputo.