La solicitud no tiene la profundidad de los que se usaron contra el ex juez Oyarbide o la Corte de la mayoría automática de Menem. Los supremos aún no definieron una estrategia común. Temen que si hablan por teléfono los graben los servicios.
El ministro del Interior se sumó al ataque del gobierno contra la Corte Suprema.
Así respondió a las declaraciones del gobernador riojano que había dicho que el radicalismo era "una prostituta barata del PRO".