Tres jóvenes de Santiago del Estero, Córdoba y Rosario, estudiantes de derecho y software, encuentran en el “plan de acción” del neoliberal «la esperanza» de estabilidad económica. Un nuevo sentido común cabalga entre ellos. Se sienten estar «siempre en el mismo lugar» y sobreempleados para «subsistir», apoyo matizado a la dolarización y privatizaciones. «No es antiperonismo, me pudrí de la inflación», dice uno.