La solicitud no tiene la profundidad de los que se usaron contra el ex juez Oyarbide o la Corte de la mayoría automática de Menem. Los supremos aún no definieron una estrategia común. Temen que si hablan por teléfono los graben los servicios.
Desde que el máximo tribunal rechazó siete recursos extraordinarios, la vicepresidenta aumentó sus ataques a la Justicia.
Mostró su orgullo de presidir "una Corte fuerte" frente a más de 500 jueces reunidos en una cena de fin de año. Y dijo que ante las presiones "los jueces no se cuecen ante el primer hervor".