El Presidente celebró la década de Jorge Bergogio al frente del Vaticano y lo elogió, entre otros aspectos, porque «acercó la Iglesia a las y los más necesitados».
Lo que dicen de animó en los medios
Lula cumplió su promesa y la Argentina fue el destino de su primera salida. ¿Una señal de fuerza? Puede ser, cuando se descubre qué sangre corre hoy por las venas de la maquinaria estatal brasileña. Aquí las claves.