El procedimiento debía ser rápido. Solo las luces reglamentarias quedaban prendidas para que el avión pudiera despegar en la noche. Hasta la pista llegaban camiones o camionetas –que, en muchos casos, llamaban fiambreras porque trasladaban “fiambres”, muertos o personas que pasarían a estarlo. Los estremecedores relatos de los conscriptos y las claves de la reconstrucción judicial.