Agost Carreño pide la palabra.
Esa maniobra hizo que Agost Carreño reaccionara rápidamente. El legislador de Encuentro Federal convocó a "defender el partido" y, según adelantaron desde su despacho en el Congreso, trabaja para armar una lista, aunque los dirigentes del PRO prescindan del sello para jugar con candidatos macristas por afuera. "Vamos a armar algo con candidatos jóvenes e intendentes", fue lo que le escucharon decir en las últimas horas frente al desplante de sus adversarios internos.
De Loredo convocó este martes a sus correligionarios más cercanos para discutir alternativas, en su propia casa. Entre mates y criollos, según fuentes de su entorno, pretendía debatir sobre el abanico de opciones, que iban desde aceptar el ofrecimiento del PRO hasta la de anotarse tercero en una boleta libertaria diseñada por la Casa Rosada.
Los dirigentes macristas evalúan, en realidad, la intención de voto que arrojan los sondeos: De Loredo mide más que Agost Carreño.
Por otra parte, el radical terminó siendo utilizado como ejemplo de lo que rechazan los libertarios según el dogma que acuñan los primos Martín y Lule Menem. "De Loredo es el ejemplo de lo que no tenemos que llevar en las listas. A nosotros nos critican por llevar puros pero, cuando ponemos tipos de la política, después te cagan", teorizan los riojanos.
Rodríguez Machado, en comisión.
Córdoba pone en disputa nueve de las 18 bancas que tiene en la Cámara Baja. De la mitad que se vencen, tres corresponden a la UCR, la de De Loredo y las de Gabriela Brouwer de Koning y Soledad Carrizo, y tres al PRO, la de Agost, la de "la coneja" Héctor Baldassi y la de Laura Rodríguez Machado, quien responde a Patricia Bullrich y bancó al legislador en su batalla contra Macri.
Las tres restantes se reparten entre Natalia De la Sota, el kirchnerista Pablo Carro e Ignacio García Aresca.
Rodríguez Machado podría quedar cuarta en una lista de LLA, si Karina Milei acepta el pedido que habría hecho Macri desde Buenos Aires para que la segunda de esa boleta sea Soher El Sukaria, quien ya fue diputada. Si eso cuajara, el orden sería Bornoroni, El Sukaria, De Loredo y Rodríguez Machado.
En definitiva, un sector del cordobesismo busca la forma de licuar la cosecha electoral de los libertarios, que a su vez especulan que les bastará con la imagen de Milei para imponerse.
Frente a sus laderos, De Loredo admite que no le quedan cartas que lo seduzcan demasiado. "Se va a quedar en la casa", dice un radical, con algo de malicia. Agost Carreño, en tanto, quisiera dar pelea, envalentonado porque ya le ganó a Macri.