Una ley antimafia que no persigue a las mafias
La norma, que el Gobierno busca sancionar en el Senado, no ataca al corazón del delito organizado y a los criminales que lo dirigen sino que "orientan la intervención hacia los barrios pobres". Organizaciones especializadas advierten que habilita el estado de sitio y que "no pertenece a la democracia".