«Aunque quisieron, a Héctor Oesterheld no pudieron callarlo»
Marcela Quiroga fue secuestrada después de que la dictadura asesinó a su mamá. Estuvo con Oesterheld en los centros clandestinos conocidos como Vesubio y Sheraton. Él le enseñaba literatura y, al despedirse, le aconsejó: "Estudiá".